Por otro, el cine también aporta, como la arquitectura, un espacio diferente al bidimensional o del plano, al perspectivo y al de la cuarta dimensión espaciotemporal. Aparece el espacio imaginario, que nos permite comprender lo que pasa dentro de lo que vemos y fuera de nuestro encuadre.Un ejemplo de este espacio lo encontramos en la obra de Bresson Pickpocket, de 1959, donde en multitud de planos la importancia de la acción sucede fuera de plano, pero entendemos el espacio gracias al aporte del resto de sentidos. Así por ejemplo en los múltiples planos vacíos en los que aparece la caja de escaleras comprendemos el discurrir y la dimensión de dicho espacio gracias a las pisadas que escuchamos
En el mismo video a partir del minuto 2:50, vemos como a través del primer plano de una nota colocada bajo la puerta el director nos muestra por un lado un avance en el eje temporal y por otro nos describe el espacio de una habitación que no vemos con la ayuda de recursos como las pisadas de Michel. Aparecen después otros dos planos vacíos, de la puerta de casa de Michel y de la caja de escaleras de la casa de Jeanne, en los que el sonido de los pasos vuelve a acotar el espacio.
En la misma película tenemos multitud de ejemplos que muestran lo dicho anteriormente, como en la escena del café (8:40) en la que vemos como la mirada de Michel, que suponemos se fija en un reloj, amplía el espacio más allá de los límites del cuadro y como a través de un fundido encadenado donde aparecen dos copas sobre la mesa nos muestran un discurrir del tiempo en el que asumimos que Michel se ha marchado.
